miércoles, 27 de octubre de 2010

Ellas, las mudas

No hablan,


gruñen,

gritan,

sueltan feroces alaridos

que el aire

y la carne

atraviesan.

No dialogan,

silencian,

paralizan,

hielan la sangre

y queman.

Ríos de sangre,

manchas espesas,

luego vienen

los llantos de pena,

los cuerpos vacíos

sin nada de esencia

yacen inertes

en las aceras.

Sangre y

agua salada

en el suelo

se mezclan,

el brebaje

mortífero

de las mudas

abyectas.

Luego se marchan,

se alejan,

dando aullidos

a diestra

y siniestra,

esparciendo veneno,

inculcando

terror.

No hablan,

gritan,

y en medio del ruido,

silencian.


Belén Plascencia09 de septiembre de 2010

lunes, 6 de septiembre de 2010

color carne




- ¿Me pasas el color carne?


- Mhh....¿cuál de todos?



Bln.P.

lunes, 26 de julio de 2010

HOY EXISTES (with translation)

Hoy existes,
estás presente,
hoy me dueles en el vientre.
Te llevo en mí,
tu cuerpo inerte,
como un parásito en mi mente.
Siento tu aliento,
huelo tu sangre,
tu recuerdo exhumo a cada instante.
Te arrojo al fuego,
eres ceniza,
todo lo tuyo se pulveriza.
Te lleva el viento,
te desvaneces
pero en mi piel reapareces
como un tatuaje
con vida propia
que me carcome y me agobia.
Cavo un hoyo,
uno profundo
donde cada año te sepulto,
te cubro todo,
te arrojo tierra
en lo recóndito de la sierra.
Pero no basta,
no es suficiente,
aún palpitas en mi frente.
Estás en mí,
eres mi sangre
eliminarte es desahuciarme.
Por más que finja,
por más que intente,
eres parte de mi ente.
Cuando te oculto,
cuando te alejo
así pervierto mi reflejo.
No puedo más
con tus despojos
y de mis entrañas los recojo,
les doy mi aliento,
la luz del día,
hoy renaces en mi vida.
Ahora existes,
estás presente,
construyamos juntos ese puente,
que nos conecte,
que nos reencuentre,
que abrace dos almas ausentes.


Bln.P.
26/jul/2010


TODAY YOU EXIST

Today you exist,
you are present,
today you are hurting in my belly.
You are inside me,
your inert body
like a parasite in my brain.
I feel your breath
I smell your blood,
I exhume your memory once again.
I throw you to the fire
you become ashes,
you entire being becomes powder.
The wind takes you,
you fade away
but in my skin you appear again
like a tattoo
with own life
that eats my flesh and overwhelms me.
I dig a hole,
a very deep one
where every year I bury you,
I cover you all
I throw dust to you
in the hidden
parts of the mountains.
But that’s not it,
it´s not enough
you are still throbbing in my forehead.
You are inside me,
you are my blood.
Eliminate you
would be deadly.
No matter how much I pretend
how much I try
you are still part of my entity.
When I hide you,
when I push you away
 I distort my own reflection.
I cannot stand anymore
with your remains
and from my entrails
I pick them up,
I give them my breath
the day light,
you are reborn for me today
Today you exist,
you are present.
Let’s build a breach together.
that connects each other
to meet again
to embrace two souls that were far away.


Bln. Pl.
July 26th, 2010

lunes, 5 de julio de 2010

DIÁLOGO CON UN GRILLO


- ¿A quién dedicas
esta pieza nocturna?
¿Para quién haces gala
de tu musicalidad?

¿Es acaso a la noche
para la que cantas?
¿O a la luna que se oculta
en la oscuridad?

Dímelo,
por qué no duermes?
¿para quién haces vibrar
con persistencia
tu cuerpecillo musical?

- Yo toco por amor a la lluvia
y sólo para ella he de cantar.
Es el olor a tierra mojada
el que hace mi cuerpo vibrar.

Llega la lluvia
y con ella el sonido de mi compás.
Tocaré toda la noche si es preciso
para su sueño velar.

Duerme el agua de lluvia,
reposa en las plantas,
en las azoteas,
duerme en los charcos
y en las banquetas,
lame ventanas,
se filtra en el suelo,
fresca,
suave,
serena.

“Descansa tranquila,
que yo tocaré para ti,
yo velaré tu sueño
hasta que el astro de fuego
te aleje de mí.
O hasta que llegues de nuevo
con tu sonrisa de brisa,
tu himno a la tierra,
tus húmedas caricias,
y beses el suelo,
y me beses a mí.”


Bln.P.

sábado, 3 de julio de 2010

INSOMNIO

Me meto entre las sábanas
tejidas con hielo y con sal,
intento con la cábala
sueños vacíos descifrar.

Me embriago con remembranzas,
vomito nuestra realidad.
El fantasma de Esperanza
le tiene miedo a la verdad.

Es mejor estar despierta,
cualquier cosa podría pasar.
Es mejor la mente alerta
para no dejarse embaucar.

Los sueños me llevan lejos,
lugares donde quiero estar.
Despierta son los espejos
que me hacen recapacitar.

Reflejos de muchas vidas
mendigando el agua y el pan.
Reflejos de madres marchitas
llorando la muerte de Adán.

Ventanas iluminadas,
ojos que ven la negrura,
quimeras encapsuladas
disfrazando la amargura.

Paja llena los vacíos,
los excesos se desbordan,
corre sangre por los ríos,
los hematófagos engordan.

Mi espíritu me reprocha,
extraña la tranquilidad,
quiere que le cuente un cuento
que trate de felicidad.

Quiere conciliar el sueño,
por unas horas olvidar
que este mundo tiene daños
imposibles de reparar.

Cerrados están los ojos,
el cuerpo está tendido,
en la cama los despojos
de mi espíritu rendido.

Bln.P.

viernes, 2 de julio de 2010

Si me lo permites




Si me lo permites romperé la barrera del espacio
y me apoderaré de la armonía de tu silencio
me acercaré a ti por primera vez
de una manera en la que nunca lo he hecho.
He dormido junto a ti
sintiéndome tan lejos
más cerca estaba la luna
de tus pensamientos.
He estado en tus brazos
pero parecía que abrazabas al viento.


Si me lo permites me acercaré a ti como nunca lo he hecho
sin prisa, sin presión, sin miedo
despacio, y en silencio
emprenderé el viaje exploratorio de tu piel y de tu cuerpo
una a una tus células vibrarán con el roce de mis dedos
de mis labios detenidos en cada oasis de pigmento
perdida en las constelaciones que describen mis deseos
de la misma manera en que me cautivan las del cielo,
mis manos recorrerán los relieves de tu espalda y de tu pecho,
bañándose en el río que corre por tu columna
y desemboca en medio de dos cerros.

Si me lo permites mis labios dejarán sellos tímidos y osados en tu cuello,
acompañados de mis respiración suave y cálida que jugará con tus vellos,
así como el viento se desliza entre las espigas del valle en el silencio,
así reposará en tu nuca mi cálido aliento,
mi boca se aproximará a tu oreja
estimulando cada poro del manto que cubre tu cuerpo
mis labios depositarán un beso en el caracol
por el que la música se entrega a tu cerebro,
y como el sonido mi lengua acariciará
tu lóbulo derecho, mis labios entreabiertos,
dejando escapar palabras aladas que te lleven al cielo,
o tal vez sólo me acerque
y una vez frente a ti se me hielen los huesos
no sepa qué decir ni cómo actuar,
y me quedé ahí,
de nuevo,
tan cerca y a la vez tan lejos.

Bln.P.

sábado, 5 de junio de 2010

Paseos por el centro histórico de Guadalajara

Amo caminar en el centro de Guadalajara. Amo los centros históricos de las ciudades. No sé cómo a la gente que vive ahí no les gustan. Trato de hacer memoria y no recuerdo a alguno de mis conocidos tapatíos que disfrute ir al centro de su ciudad. La mayoría los odia, hacen referencias al tráfico y al gentío. Quizás no es muy buena idea andar en carro por ahí. El centro es para recorrerlo caminando y lo de la gente, pues sí, hay mucha, pero a mí no me molesta, incluso creo que lo disfruto.



La gente le da vida, movimiento. Ese cruce en Plaza Universidad siempre concurrido. Distintos personajes se van aglutinando en la espera de la señal para cruzar: el monito verde con sus 50 segundos y su sonido peculiar. El tráfico se detiene y entonces decenas de vidas se cruzan, comparten latitudes por una fracción de segundo, pasos apresurados, pasos despreocupados... es normalmente una carrera de obstáculos, la gente pasa de una banqueta a la otra, siempre unos van y otros vienen, como lapsos de un eterno baile de esos antiguos. Te conviertes en parte de la masa, del conglomerado humano en movimiento que es uno solo y a la vez muchos individuos dispersos. Cada uno con un camino, con una cadencia y un ritmo distinto, sumidos en pensamientos diversos. Quién sabe que se cocina en la mente de cada uno de los transeúntes que me encuentro, quién sabe qué sentimientos conmueven su corazón y su pecho.



No concibo el centro histórico de Guadalajara sin gente a plena luz del día. El día que esté desierto será un indicio de que halgo extraño habrá pasado. Paco, un amigo mío, hubiera querido desaparecer a la gente durante su sesión fotográfica y no lo culpo, la arquitectura es muy bonita, pero el centro sin la gente no sería lo mismo.




Es verdad, amo la arquitectura del centro. Con su Catedral coronada con esos sombreros geométricos, amarillos y puntiagudos como los gorritos de fiesta. Sus amplias plazas, el kiosko en el que a veces se ofrece música gratuita, sus arcos y sus portales, sus calles peatonales y sus transitadas y amplias avenidas...el imponente teatro Degollado vigilado desde la parte superior por sus musas de piedra que observan todo lo que sucede en la Plaza Liberación, a los que entran y salen del teatro o a los que caminan por ahí. El hermoso Hospicio Cabañas, hogar de los murales de mi paisano Orozco y de exhibiciones temporales.



Me encanta recorrer ese pasaje que va del Degollado al Cabañas... la escuela de música, las fuentes en las que juguetean los niños y algunos adultos de repente. El estanque al estilo del "Taj Mahal" (ya sé, qué comparación pero es lo primero que se me vino a la mente cuando lo vi por primera vez) con su brisa que tanto disfrutan los infantes y que hoy me pareció de mal gusto por el olor desagradable pero que también he disfrutado en las tardes calurosas. Las estatuas, como la de los niños haciendo pipí en una fuente, las construcciones... Por esos rumbos acompañé alguna vez a un chavo (o más bien él me acompañaba a pedir informes a la escuela de música), amigo de un amigo, que llevaba colgado un letrero y regalaba abrazos. Fue divertido ver las reacciones de la gente. Algunos sólo lo veían y sonreían. Otros no se la pensaban dos veces y reclamaban su regalo con los brazos extendidos.



El corazón joyero se encuentra en la zona y a un costado, el legendario San Juan de Dios que de bonito no tiene nada pero que almacena historia y tradición popular. Todo puedes encontrar en ese mercado. Para mí, sigue siendo un laberinto en el que varisa veces me he perdido y que no me he dado el tiempo de descifrar.


Otro día me traje el teléfono de una chava que hace pulseras de nudos, como la que mi amiga Mony compró en Chiapas y perdió después con gran pesar. Se llamaba Valentina y tenía acento sudamericano, quizás chileno. Le dije que si le podía mandar a hacer una y entonces me dio su número de celular. Parecía una de esas personas con las que fácilmente se puede entablar una amistad. Me transmitió muy buena vibra.

Por ahí están también los famosos "lonches Amparito". ¡Qué filas se hacen afuera del pequeño local! Aunque en realidad a mí no me parecieron la gran cosa. Lo que sí disfruté mucho fue el agua de horchata con nuez que venden en "La Tarasca" de la esquina. Cada vez que ando por ahí aprovecho para tomarme una. =P


Me encanta caminar sin rumbo. De repente no sé a dónde voy y de repente elijo un punto. Me gusta caminar mirando a la gente a la cara pero me sigo de largo o volteo la mirada cuando alguien se me queda viendo. Me pareció curioso cuando me encontré varios grupitos de mujeres en sesiones de tejido, en la zona de las mercerías, entre Zaragoza e Hidalgo. ¡Qué conveniente! si necesitan material no se tienen que mover mucho. La apropiación de la gente de los espacios públicos. =)



Aún tengo mucho que conocer. Siempre he querido tomar algo en alguno de los establecimientos que hay al aire libre en la zona. Por lo pronto seguiré disfrutando de esos paseos cada vez que me sea posible. Caminar hasta que se oculte el sol para después volver agotada, con los pies un poco adoloridos, a bordo de un tren ligero abarrotado de gente que regresa a sus hogares, que va o que viene, que termina la jornada, que van a ver a sus familias... todo con un sentimiento de satisfacción y de alegría, especialmente si fue uno de esos días de compras en los que regreso a casa con unos zapatos, una blusa o unas películas de esas de 3 x 100.

Bln.P.

viernes, 4 de junio de 2010

LOSING SIGHT

In the very deep of her heart she knew she was going to get blind. She did not know when, she did not know how, but she knew that it would happen and the sole idea brought sorrow to her heart. At some point of her life she would lose what her beautiful eyes gave her for many years. That precious gift of being stunned in front of a sunset, feeling relaxed while watching the clouds flowing freely in the sky, staying hypnotized by the moon coming out from the horizon, watching people´s eyes while they were talking, watching a conversation between smiling mouths... and all those things waiting for her to be seen. I am sure one of the things she enjoyed most was perceiving life through that pair of dark windows that looked like gemstones upon her face. It was a shame, but she had to accept it and to give up to that ephemeral pleasure.

But she was not afraid. Actually, there was something positive about it. In the very deep of her heart she felt excited. Yes, one could say that she was feeling joy. She knew that losing one sense can sharpen the others. And sight is many times misleading. It creates artificial mental images of people and things, it distracts you from their essence and it builds a barrier that decides what to approach and what not. 

It would be a new way of perceiving life and a whole adventure would come along: to learn to see feeling. She had gone through this before when she used to close her eyes while listening to a melody or while being kissed. But now this would be a permanent status. Her ears, her nose, her hands and her feet would be her new windows to the world. A deeper connection with the soil she steps on, with the earth that feeds her. A stronger connection with the wind blowing on her face, caressing her skin, bringing to her nose the oxygen she needs to breathe and the fragrances flowing in the air. A consummation of love between her skin and the world around her, her pores opened, her nervous points more awaken than ever, her complete being devoted itself to the universe surrounding her...

She was not worried. Her eyes were about to hide many things for her but her inner sight was about to show her things that she had never seen before, and that she could never see through the windows upon her face.
 
 

LA PREMONICIÓN DE SU CEGUERA


Muy en el fondo de su ser sabía que algún día quedaría ciega. No sabía exactamente cuándo, ni cómo, pero sabía que pasaría y el sólo hecho de imaginarlo le causaba tristeza. En algún punto de su vida perdería lo que sus hermosos ojos le dieron por muchos años. Ese precioso regalo de quedarse impresionada en frente de un atardecer, sentir esa relajación mientras observaba las nubes flotando libremente en el cielo, quedarse hipnotizada por la luna al salir del horizonte, mirar a los ojos a las personas mientras conversaban con ella u observar ese intercambio y contagio de sonrisas entre dos bocas… ¡y todas esas cosas que aún le esperaban por ver! Se podría afirmar que una de las cosas que ella disfrutaba más era percibir la vida a través de ese par de oscuras ventanas que parecían piedras preciosas sobre su rostro. Era una pena, pero lo tenía que aceptar y renunciar a ese placer efímero que le había dado la vida.

A pesar de todo, no tenía miedo. De hecho había algo positivo al respecto. Muy en el fondo de su ser se sentía emocionada. ¡Sí! Uno podría decir que experimentaba dicha. Ella sabía que el perder un sentido puede agudizar los otros. Y la vista es muchas veces engañosa. Crea imágenes mentales artificiales de la gente y de las cosas, te distrae de su esencia y construye una barrera que decide a qué acercarse y a qué no, estableciendo juicios anticipados basados en la apariencia.

Sería una nueva forma de percibir la vida y toda una nueva aventura vendría con ello: aprender a ver sintiendo. Ella había pasado por eso algunas veces cuando solía cerrar sus ojos mientras escuchaba una melodía o mientras sus labios eran besados. Pero ahora, ése sería su estado permanente. Sus oídos, su nariz, sus manos y sus pies serían sus nuevas ventanas hacia el mundo. Una conexión más profunda con el suelo que la sostiene, con la Tierra que la alimenta. Una conexión más fuerte con el viento soplando en su cara, acariciando su piel, atrayendo a su nariz el oxígeno que necesita para respirar y las fragancias que flotan en el aire. Una consumación de amor entre su piel y el mundo que la rodea; sus poros abiertos, sus terminaciones nerviosas más despiertas que nunca; su ser entero entregado al universo alrededor de ella.

No estaba preocupada. Sus ojos estaban a punto de ocultarle muchas cosas pero su visión interna estaba a punto de mostrarle cosas que nunca antes había visto, y que jamás podría ver a través de las ventanas sobre su rostro.


Bln.P.

sábado, 10 de abril de 2010

garabatos en papel

Un día como cualquiera y como ninguno a la vez me puse a garabatear con un lápiz sobre una hoja y esto fue el resultado... No tendría mucho sentido compartirlo si no escribo lo que pasaba por mi mente... Te recomiendo que veas primero el dibujo, busques tu propia interpretación de los detalles y luego entonces, continúes leyendo.


Podría llamarlo "el último sobreviviente" aunque eso me recuerda a "Náufrago". Pensé también en "mensaje de esperanza", pero limitaría las posibilidades de interpretación, así que mejor he decidido que se quede sin nombre. (Quizás por el momento).

Algo pasó, no se sabe exactamente qué pero arrasó con todo, o casi todo. Ahora por donde quiera que se mire es caos, destrucción, una maraña de deshechos y cenizas. El gran testigo de la humanidad sigue ardiendo en el cielo, quizás con mayor intensidad, quizás más viejo...

Sí, un panorama "apocalíptico" y sencillo a la vez, y en medio de todo, un sobreviviente. Quién sabe cómo pero logró montarse en el gran cadáver de un tortuga y parado en su caparazón navega en un río de lava, o de lodo, o de deshechos, en búsqueda de algo, o de alguien, o del final, o del comienzo. Los únicos vestigios de la naturaleza están en su embarcación: fauna y flora conectados en la forma de una sombrilla. Lo que asemeja ser el bastón de dicha sombrilla parece ser también un tronco, un tallo grueso, y en él, la esperanza, unas pequeñas hojas que han logrado sobrevivir... pareciera que encontraran su fuente de vida en la misma tortuga, esa conexión entre planta y animal, una misma energía.

El sobreviviente suda, llora o quizás ambas. Lo invade la tristeza, el desasosiego, la frustración. No sé por qué llevaba un sombrero pero se lo ha quitado y lo retiene en su mano izquierda...(No, no es un platillo volador) Tal vez se lo quitó porque volvía más insorportable la presión en su cabeza. En el camino ha encontrado algo que sólo aumenta su pesar. Una botella con un mensaje adentro a punto de hundirse, una botella que pereció, un mensaje que quizás nació para nunca ser leído. El sombrero en la mano entonces podría ser también un gesto de penuria o de respeto por los caídos...

De cualquier modo el sobreviviente sigue, surcando ese río de no sé qué cosas, en dirección a quién sabe dónde... y estoy segura de que hará todo lo posible por llegar a salvo porque tiene una misión. Porque lleva consigo los últimos vestigios de la naturaleza, porque lleva vida y porque a fin de cuentas él mismo es una botella, y un mensaje está encerrado adentro. Un mensaje que podría ser una sabia frase, una palabra clave, o quizás también un cuento. Y en ese sentido podría hablar de esperanza o de amor. Podría ser cualquier cosa, pero sea lo que sea, sabe que en algún momento llegará, será leído por alguien y será parte de un nuevo comienzo.

Bln.P.
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SCRIBBLING ON THE PAPER

One day like any other and none at the same time I started scribbling with a pencil on a piece of paper and this was the outcome… It wouldn´t make much sense to share it if I didn´t write what was going through my mind as I was drawing it. I recommend that you first take a look at the sketch above, create your own interpretation of the details and only then continue reading.



Something happened. It is not known exactly what happened but it demolished everything – or almost everything. Now, wherever you look, it is chaos, destruction, ruins and ashes. The great witness of the humankind keeps burning on the sky, perhaps more intensely than ever, perhaps older and weaker…


Yes, a landscape both apocalyptic and simple at the same time, and in the midst of it all, a survivor. Who knows how, but he managed to ride on the large carcass of a tortoise, and within its shell he navigates a river of lava, or mud, or waste, in looking for something, or someone; the end, or the beginning. The only remains of the nature are in his boat: flora and fauna connected to each other in the shape of an umbrella. What it seems to be the handle it also looks like a thick stem with hope on it: some little leaves still alive… it seems like if they find their source of life in the tortoise itself, in that connection between plant and animal, a same energy sustaining their life.


The survivor sweats, cries, or maybe both. Sadness overran him, uneasiness, and frustration. I don´t know why he was wearing a hat but he has taken it off and he holds it on his left hand. Maybe he took it off because it was making the pressure on his head unbearable. On the way he has found something that only increases his pain: A bottle with a message within just about to sink, a bottle that perished, a message that maybe was born to be never read. The hat in his hand could be then a gesture of sadness or respect for the fallen ones.


One way or the other, the survivor keeps going, cleaving that river full of who knows what, in direction of who knows where… and I am sure that he will do whatever he can to remain alive because he has got a mission. Because the last vestiges of the nature are with him, because he is carrying life and because after all, he is a bottle with a message enclosed inside. A message that could be a wise quote, a key word or maybe a story. A message that could be about hope or about love. It could be anything, but whatever it is, he knows that it will arrive, it will be read for someone and it will be part of a new beginning.




Bln.P.

viernes, 19 de marzo de 2010

tocando el cielo



tocando el cielo...
rasgando las nubes
con las yemas de los dedos,
penetrando en la atmósfera
de mis sueños
y mis deseos...

domingo, 7 de febrero de 2010

99 grados centígrados











Como agua a punto de bullir
se encuentran mi cuerpo y mi mente,
una mezcla a merced del fuego
contenida en un recipiente.

Tiene piso mas no techo,
en la superficie, una membrana;
muy pronto será rasgada,
por el alma atravesada.

Asciende la temperatura,
comienza el movimiento.
A fuego lento mis moléculas
se inquietan sin saberlo,
se mueven sin dirección,
se aceleran sin armonía,
parece que la desesperación
las embarga de agonía.

¡Se concentra la energía!,
¡aumenta la tensión!
¡quieren explotar!


Pequeñísimas burbujas
suben hasta la piel del agua tocar.
El calor es demasiado,
no pueden soportarlo,
¡Necesitan respirar!
mas no apagues el fuego
o se derrumbarán
¡No bajes el fuego!
O lo prolongarás…


Tan sólo unos momentos,
unos cuantos segundos más,
que la flama siga ardiendo
hasta el alma liberar...


La presión es desmedida,
la superficie comienza a tiritar.
Parece que un maremoto
toma fuerza desde la profundidad.
Todas las moléculas se mueven
con vibración descomunal,
¡Ha explotado la primera burbuja!
ha roto la tensión superficial,
ha abandonado el recipiente
con la volatilidad del gas.


Una tras otra se aglutinan
las burbujas para escapar,
para vomitar esa energía
que ya no podían almacenar.


Es un panorama turbulento
que encierra tranquilidad.
Es la temperatura perfecta,
para una infusión disfrutar.
Un té aromático,
un delicioso café...
apaga ahora el fuego
o me desbordaré,
apaga ahora el fuego...
ya me evaporé.


 
Bln.P.

jueves, 4 de febrero de 2010

Música, vida y viento

Resuena en mi alma el palpitar de los tambores,
entra la música en mis venas
como vino embriagador de flores.
Sopla en mi pecho la canción del clarinete
agonizo en un delirio de acordes que me envuelve,
llego al éxtasis del saxo que mis vísceras remueve
rompo en llanto y en mis lágrimas se fortalece,
es locura, es pasión, es anhelo….
Suave se desliza en un vaivén el violonchelo,
su voz mi piel eriza hasta la punta de los dedos
es amor, es emoción, son los celos…
todas las emociones juntas en notas que caen del cielo
se aglutinan como gotas que como lluvia besan el suelo.
No es el suelo, es mi pecho
son mis oídos acariciados por su clamor de fuego,
tiembla, vibra, agoniza!…
con cada tecla el piano mi corazón hechiza
encendiendo uno a uno los lunares de mi cuerpo.
La música está viva, me da vida, me da aliento
es el ritmo que paraliza y marca mi pauta en el devenir del tiempo,
penetra mi piel y mis sentidos,
invade mi sangre, se transforma en mi alimento,
respiro música y música transpiro,
es la sustancia que hipnotiza
hasta el más oscuro pensamiento.
La música está viva, te da vida, te da aliento,
A veces suave, a veces intensa, a veces riendo…
Escucha su voz fluir…
ésta ahora mismo en la sinfonía que ejecuta el viento.


Bln.P.
02-NOV-09

miércoles, 3 de febrero de 2010

Nazco y muero en ti

Cada día me ahogo en la poesía de tus ojos
Y renazco en cada línea de tus manos
Me columpio en el sonido de tu voz
Y me empapo en la embriaguez de tus palabras.
Mi día comienza con el despuntar de tu sonrisa,
Y me alimento con la savia en tu mirada.
Soy viento que se desvanece sobre tus labios,
El aliento fugitivo de un beso no consumado.
Soy luz que besa tu piel y tu cabello,
Un susurro cauteloso acariciando tus oídos.
Calidez, música, brisa y canto.
En un abrazo tuyo se desborda el llanto,
Se diluye por tu pecho como bálsamo.
Se conecta con tu lengua y con tus párpados,
Ahí mismo donde muero yo,
Cerca de tus ojos y de tus labios.


Bln.P.
Oct2009

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YOU ARE MY BIRTH AND MY DEATH

Each day I’m smothered in the poetry of your eyes
And reborn in every crease of your hands.
I swing with the sound of your voice
And drink deep your intoxicating words.
My day begins with the dawning of your smile,
And your gaze feeds me with its strength.
I’m the breeze that disappears on your lips,
The fleeting breath of a kiss unconsumed.
I’m the light that kisses your skin and hair,
A cautious whisper caressing your ears.
Heat, Music; Wind and Song
In your embrace that bursts with tears:
It dissolves in your breast like a balm,
Draws together your tongue and your lashes,
In the very place that I die,
Near to your eyes and your lips.




Translated by Jeffrey Young

Apocalipsis de una raza

¿A dónde fueron esos terribles seres que pisaron este suelo hace millones de años? ¿En verdad eran tan inteligentes como dicen algunos, pero tan desalmados que causaron su propia extinción? ¿Qué fue de ellos?


¿Por qué daban alaridos todo el tiempo? ¿Sería tan pesada y abrumadora la carga que tenía que llevar cada uno hasta donde terminaba el camino?¿Y habrán existido ésos, de los que se hablaba como en sueños, que emitían solamente sonidos melodiosos y agradables, y que alguna vez intentaron liberar a otros de su pesada carga, o aliviar el pesar de los que sufrían? ¿A caso ellos no tenían sus propias piedras que llevar y sufrían también? ¿Habrá sido como dicen que fue? ¿Que los demás terminaron por asfixiarlos y arrancarles las partes de cuerpo una por una?


¿Qué mundo era aquél? ¿Y cómo fue que desaparecieron esos pequeñitos e inocentes seres que alumbraban el lugar donde pisaban y a donde llegaban los ecos de sus hermosos aullidos de felicidad? ¿A caso su alegría les era tan imposible de igualar, que terminaron desapareciéndolos? ¿Y cómo era posible que esos magníficos seres fueran producto de los otros?


¿Pero a dónde fueron todos? ¿La furia de los dioses se habrá desatado contra ellos, ocasionándoles desastres y epidemias? ¿Habrán muerto calcinados por las llamas abrasadoras de sus propios pensamientos? ¿Se habrá desbordado el fuego que los dominaba por esos innumerables agujeros de su cuerpo, quemándolos completamente? ¿O tal vez todos los ardientes sentimientos se conjugaron hasta crear una sustancia que como el magma los consumió por dentro?


¿Se habrán sofocado a caso, en el mar de sus propios desechos malolientes, que intoxicaban al que aspiraba sus vapores y pudrían todo a su alrededor?


¿Se habrán tragado los unos a los otros por esa hambre bestial que sólo se satisfacía al sentir desgarrarse entre sus dientes al ser que tenían en frente? ¿Era que el sabor de la savia ajena - o sangre, como le llamaban ellos – les resultaba realmente tan apetecible, y disfrutaban al ver los cuerpos retorcerse por la pérdida de este fluido vital?


¿Por qué solamente veían desagradables e insignificantes gusanos a través de esas níveas y esféricas ventanas con centro de color? ¿Les resultarían tan repugnantes como para desear convulsivamente aplastarlos contra el suelo? ¿Fue así como se desataron las sanguinarias riñas en las que unos a otros se arrancaron brutalmente la vida? ¿Estarían alucinando con esas sustancias que a muchos les desintegró el cerebro o era parte de su naturaleza bestial?


¿Y cómo fue que crearon monstruos, que sin poseer vida propia, terminaron poseyendo la suya? ¿Qué salió mal cuando, intentando preservar la vida, no hicieron más que extinguir su propia especie? ¿O era sólo un disfraz que ponían algunos para exterminar a los otros?


¿Y si todo esto se conjugó y fue lo que realmente acabó exterminándolos completamente?

¿Por qué? ¿Por qué una especie tan compleja, misteriosa e inteligente se dejó dominar por tales pasiones y pensamientos? ¿Quién de nosotros no querría tener un espécimen para estudiar su complejo comportamiento? ¿Pero no sería acaso peligroso? ¿No terminaría matándonos y destruyendo también a nuestra especie?


Bln.P.

2005

martes, 2 de febrero de 2010

SECRETOS DE LA NOCHE

Bóveda de plata que albergas los más funestos y hermosos secretos.
Que día tras día presente estás en el inmenso mar negro.
Aún cuando los algodones de tizne cubren tu hermosa luz,
Estás ahí...
a veces apacible, silenciosa y oculta,
otras, nívea, vigorosa, centelleante, en todo tu esplendor,
Y en ocasiones, tan pusilánime e inocente,
que sólo una pequeña parte te atreves asomar.


Tú conoces los más oscuros secretos de los hombres,
pues es bajo el negro manto cuando osan aparecer,
empujones a la muerte,
arrebatos de placer,
ventas clandestinas de la carne,
ruinas de almas por doquier.


Eres testigo de aflicción y melancolía,
de muertes que ni tú ni nadie puede impedir,
amantes desdeñados que no pueden dormir,
pobres hambrientos luchando por sobrevivir.


Y tú,
tan incólume como siempre,
sin nada por hacer,
sin nada que decir.
¡Sabio aquél que te privó de la vida!
Incapaz de enardecerte y de sufrir.


Más no sólo de luctuosos hechos eres espectadora,
También conoces dichas en belleza semejantes a la aurora.
Observas al Romeo declararle su amor a la Julieta,
y a los esposos compartir el tálamo por la llama del amor abrasadora.


Tu ves al niño rezar y a la madre velar por él
cuando su corazón se aflige por enfermedad.
Lazos de matrimonio bajo tu silueta deslumbrante
Y momentos de romance en tu atmósfera radiante.


¡Oh plateada!,
que hasta al feroz lobo cautivas con tu belleza.
Hazme esta noche la gentil promesa,
de que, por siempre, mis secretos tu guardarás.




Bln.P.
2006





Secrets of the Night

You silver arc who shelters secrets most unfortunate and lovely,
Who are present day by day in the vast black sea:
Though cotton plumes veil your lovely light,
You are there.



At times tranquil, silent, hidden;
In others snowy, forceful, sending forth your light in all its splendor;
And once in a while so retiring and naïve
That you only dare unveil the barest part.

You know the deepest secrets of humanity,
For it's 'neath your ebon mantle they dare appear:
Deathly desires, stolen pleasures,
Hidden flesh transactions, soulful ruins everywhere.

You bear witness to affliction and to melancholy,
Of deaths you nor no other can prevent:
Lovers lying sleepless and disdained,
Hungry poor struggling to survive.


And you, invulnerable as ever,
With nothing to do, nothing to say-
Wise is He who robbed you of life,
Made you impotent to suffer and to feel.

Yet you cast your gaze not only on sad facts:
You also know those whisperings at dawn, so lovely seeming:
You watch as Romeo declares his love for Juliet,
And conjugal encounters consummated in flame.

You watch the child in prayer, the late-night mother
When her heart is troubled by her son's disease.
Man and wife in struggle 'neath your shimmering silhouette,
Romantic moments in your radiant presence.


Oh, Silver One
Who captures even the ferocious wolf with your beauty,
Give me this gentle promise:

That you shall always guard my secrets.

Translated by Jeffrey Young












domingo, 31 de enero de 2010

Loca desnudez

“La locura no es una enfermedad, es libertad de espíritu”


Un día cualquiera esa frase tomó forma en mi cabeza. Seguramente la idea de la “locura” había dado ya muchas vueltas sobre mi cabeza. Había ido y venido por veredas inusitadas y andado en círculos hasta que ¡puf! se encontró frente a un espejo, y al otro lado de él, estaba esa frase en cuyas palabras se vio reflejada. No sé si alguien ha dicho o escrito algo similar. En estas fechas pocas veces alguien dice algo totalmente nuevo. De cualquier forma, ése no es el punto. El punto es mi curiosidad sobre la locura humana – la animal la dejaremos para otro momento. La locura por sí misma y retóricamente. Lo que el ser humano juzga como “loco” puede ser tan relativo, como lo es todo en este mundo, excepto quizás, las matemáticas… ¡ah!, sí, se me olvidaba, en general todas las ciencias exactas.

Alguna vez quise ver qué decía el diccionario sobre la locura. Su santidad, el “Excmo. Diccionario de la Real Academia Española”, nos dice que es la privación del juicio o del uso de la razón, alguna acción inconsiderada o un gran desacierto. Otra definición, la que me parece la más utilizada por los que utilizamos ese famoso código del lenguaje, refiere a una acción que por su carácter “anómalo” causa sorpresa. La última no es sino una extensión de la anterior: extraordinario, fuera de lo común. Pareciera ser entonces, que es el elemento de la peculiaridad lo que caracteriza a la locura, la excentricidad, lo que sale fuera del círculo trazado en el piso o en la pared con un pedazo de yeso, un ladrillo o un gis, incluso trazado a veces en el aire con el dedo. Aunque si alguien anduviera por ahí dibujando círculos en el aire con el dedo, seguramente sería juzgado como loco, y más loco aún el que esté convencido de que no puede salir de ellos.

Hoy en la mañana escuchaba a alguien hablar sobre el “contenido curricular escondido”, o algo así… el término era en inglés, no lo recuerdo exactamente. De cualquier forma, a lo que se refería era a ese conocimiento que el ser humano aprende, sobre todo en su niñez, sobre cómo comportarse en sociedad. “Ayuda al ser humano a aprender cómo funcionar correctamente en sociedad”. Algo así decía. “Es conocimiento que no se aprende en las aulas, sino de los padres, de los hermanos; puede darse en casa o hasta en supermercado”… palabras más, palabras menos.

Efectivamente, el ser humano ha decidido vivir en sociedad y para ello ha fijado sus reglas, ha trazado sus círculos, sus límites y sus fronteras. Es parte del llamado contrato social con el que el hombre renuncia al estado de la naturaleza y que varía en el tiempo y en el espacio. Contrato que, una vez abandonado el primero de nuestros hogares, el más pequeño y cálido de todos: la matriz, aceptamos a cambio de una bocanada de oxígeno de este mundo y sellamos con lágrimas. Lloramos de tristeza, de alegría, de dolor, de impotencia, por solidaridad o por contagio… pero detrás del llanto del nacimiento, más allá de las explicaciones fisiológicas, está un sentimiento que todos hemos experimentado y que nadie es capaz de recordar. Quizás es un llanto que se deriva de la renuncia inconsciente a la libertad, de verse obligados a aceptar el contrato a cambio de poder respirar. Pronto seremos llevados a la lista, con una etiqueta que no hay que olvidar. Es un código alfabético que nos identificará en todo momento y en todo lugar, es nuestro pase de entrada a la vida en sociedad.

El ser humano ha tratado de defender ante todo ese orden social y el lenguaje ha sido una de las principales armas para mantenerlo. La “locura” es una de esas balas retóricas, que disparadas paralelamente a los calificativos de “anormal”, “excéntrico”, “raro” y muchos otros clones más, manchan su objetivo como una bala de gotcha o lo hieren como un proyectil de metal. Son palabras que se utilizan comúnmente para catalogar algo que se sale del círculo al que estamos acostumbrados, ¡y vaya que los diámetros varían muchísimo!

Mi mamá, por ejemplo, cree que tiene una hija loca, y sé que no está sola. Para ella una hija normal se hubiera quedado en su ciudad natal y estaría detrás de un mostrador atendiendo una tienda, probablemente con un novio local y no dudo que con planes de matrimonio. Mis amigas también tienen su propia concepción de “rara” para mí, aunque prefieren usar un apodo salido de un programa de televisión. Por otra parte, quizá haya también quien opine que de loca no tengo un pelo y no soy más que ordinaria, tradicional. En fin, como decía, todo es muy relativo, y el concepto propio de locura está determinado por el alcance de ese otro que nos hemos formado en nuestras cabezas y que hace ya un tiempo que me sabe a hiel cada vez que mi boca lo ha escupido irremediablemente y que me suena más vacío que un coco nacido sin agua y carne: “normalidad”. Ambos conceptos configurados por las circunstancias y el contexto particulares y que a cada paso ensanchan o estrechan más los círculos.

Tengo la fortuna de que las personas que me juzgan loca parecen quererme a pesar de ello - no todos los que alguna vez han sido igualmente etiquetados corren con la misma suerte. Podríamos decir entonces que toleran mi locura e incluso creo que se divierten con ella. “¡Ah! pero hay de locos a locos”, dirían algunos, o “hay niveles”, dirían otros. Claro, sabemos que todas las cosas se dan en este mundo con distintos grados de intensidad. Entonces, ¿qué tanta locura estamos dispuestos a aceptar? ¿En qué momento una persona que hace, dice o piensa cosas raras pasa de ser un “raro” a un “inadaptado social” o aún más, a un “enfermo mental”? Creo que las fronteras son tan fluctuantes y permeables como las puertas de museos y galerías que se abren o se cierran ante una pintura para considerarla “obra de arte” o no, y a menudo la última palabra la tiene un reducido número de individuos expertos en el trazo de círculos – ni si quiera necesitan un compás para ello.

Seguramente hay ciertas actitudes o comportamientos que podrían ser cuasi-universalmente catalogados como efectos de la locura porque existen parámetros o estándares cuasi-universales que aceptamos y que han sido impuestos por la sociedad en la que vivimos. No obstante, siguen siendo meras formas de excluir lo que nos es extraño, lo que no puede ser medido bajo los parámetros a los que estamos acostumbrados, todo lo que no cabe dentro de los círculos imaginarios que nos hemos trazado como individuos y como sociedad. Y al estar fuera de ese perímetro, tan amplio o tan estrecho como sea necesario para conservar un mínimo personal y social de seguridad o tranquilidad, nos sentimos amenazados, no sabemos cómo lidiar con ello, nos genera miedo y lo rechazamos pintándolo con los colores de la locura y sus variantes.

Debo confesar que de las definiciones que les compartí al principio, la última es mi favorita: “extraordinario, fuera de lo común”. No sé para ustedes, pero me da la impresión de que tiene una tesitura diferente a las otras, una textura más suave, y sin embargo, se refiere a la misma cosa. Hace un tiempo ya que me considero amante de lo loco. Desde niña encontré dificultades para “encajar” dentro de los círculos de otras personas; me hacían sentir incómoda y creo que simplemente comencé a disfrutar el estar fuera de ellos. Fuera de mí, cuando me encuentro con algo o alguien distinto, fuera de lo común, digno de llamarse “loco”, me causa - además del casi inherente elemento sorpresa – fascinación y curiosidad. Esas dos palabras definen perfectamente lo que me despierta la locura. Pero claro, como todos, tengo mis límites, y seguramente hay cosas que lejos de la fascinación, me causan algún grado de repulsión. Quizás mi línea más clara es el respeto a terceros. Aunque algo no me guste, lo respeto, pero mi límite de aceptación se rompe si atenta contra alguien más.

Probablemente mis límites de locura aceptable sean muy estrechos si los comparamos con otros pero realmente admiro a las personas que se permiten ser unos locos que traspasan las sólidas murallas del imaginario social con la facilidad con la que un dedo atraviesa un chorro de agua sin remordimientos. Son espíritus desnudos que no conocen o han olvidado lo que son las ropas. De ahí que considere que la locura es libertad de espíritu. Así que, como individuos diferenciados, signatarios de un contrato social que se firma no con tinta, sino con el primer aliento, ¿qué qué grado de desnudez estamos dispuestos a aplaudir, aceptar o tolerar en otros, antes de llegar a actitudes de rechazo y segregación? Y aún más, ¿qué grado de desnudez nos permitimos a nosotros mismos?



Belén Plascencia

31 de enero de 2010


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