lunes, 5 de julio de 2010

DIÁLOGO CON UN GRILLO


- ¿A quién dedicas
esta pieza nocturna?
¿Para quién haces gala
de tu musicalidad?

¿Es acaso a la noche
para la que cantas?
¿O a la luna que se oculta
en la oscuridad?

Dímelo,
por qué no duermes?
¿para quién haces vibrar
con persistencia
tu cuerpecillo musical?

- Yo toco por amor a la lluvia
y sólo para ella he de cantar.
Es el olor a tierra mojada
el que hace mi cuerpo vibrar.

Llega la lluvia
y con ella el sonido de mi compás.
Tocaré toda la noche si es preciso
para su sueño velar.

Duerme el agua de lluvia,
reposa en las plantas,
en las azoteas,
duerme en los charcos
y en las banquetas,
lame ventanas,
se filtra en el suelo,
fresca,
suave,
serena.

“Descansa tranquila,
que yo tocaré para ti,
yo velaré tu sueño
hasta que el astro de fuego
te aleje de mí.
O hasta que llegues de nuevo
con tu sonrisa de brisa,
tu himno a la tierra,
tus húmedas caricias,
y beses el suelo,
y me beses a mí.”


Bln.P.

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